jueves, 5 de mayo de 2011

Te despiertas... y me abres los ojos.

A saber cuánto tiempo llevabas ahí dormida… A saber porqué has despertado precisamente ahora, de lo cual me alegro porque en estos momentos sí puedo estar pendiente de ti; antes me hubiera resultado difícil pues tenía mis sentidos en otra persona. Tu despertar no ha sido brusco, quizá para que no me asuste. Al despertarte tú, me has abierto los ojos a mi, me has hecho darme cuenta de que tengo que ponerme al principio de la lista de mis prioridades y he aprendido a valorar doblemente los días buenos. A partir de ahora, te iré conociendo poco a poco, resaltando con lo mejor de ti y lo peor tomarlo simplemente como simples probabilidades… el tiempo decidirá. Eso sí, me he propuesto conocerte concienzudamente, que para eso vamos a ser inseparables… Espero que nos llevemos bien.