lunes, 28 de junio de 2010

Me acostumbré

Me acostumbré a despertarme cada día pensando en ti, en cómo estarías, en cómo habrías pasado la noche... Cuando llegaba una hora en la que, en condiciones normales, ya estabas despierto, te llamaba para despejar mis dudas: unas veces me decías “estoy de p… madre”, otras casi ni tenías ganas de hablar y te dejaba que siguieras durmiendo.
Hace ya tres meses desde la última vez que te dejé durmiendo, durmiendo para siempre… y todavía sigo con esa costumbre, incluso hay veces que hago el amago de ir a llamarte, pero no puedo… deberías haberte llevado el móvil cuando te fuiste.