martes, 28 de septiembre de 2010

VUELVE PRONTO...


Desde que asomé la cabeza por primera vez a este mundo, te recuerdo a mi lado; me cogiste de la mano derecha para ayudarme a salir y, desde entonces, no me la soltaste. En cada traspiés, ahí estabas tú para ayudarme a no caer, contándome que siempre hay algo que merece la pena; eras el motor de mi vida.

De repente, después de casi 30 años, me he visto en el suelo y con la mano vacía. A mi mano izquiera se ha agarrado el miedo (a no volver a verte), pero él no me ayuda.

Por favor, vuelve pronto amiga Ilusión porque yo sóla no sé cómo levantarme.